La persona…
A /….Que, se quiera, purificar, del mal, enteramente, será amada, por Dios, y se olvidará, por completo, y de forma rápida, de la existencia, de ese mal, y por tanto, esa persona, no volverá a conocer, lo que es, el mal, jamás, por toda la eternidad.
B / ….Que, no se quiera, purificar, del mal, continuará sometida, de forma indefinida, a un mal, redentor, hasta que, esa persona, en el futuro, cambie de opinión, y opte, libremente, por purificarse, del mal, enteramente.
En el reino, de los cielos, pueden existir, potencialmente, infinitos universos, diferentes, y por tanto, en el reino, de los cielos, hay cabida, para, todas las personas, puras, e impuras, sin la necesidad, de que, las personas puras, se mezclen, con las personas, impuras.
Javier Rubio Ortín
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