La presencia del mal, en la vida humana.

La presencia, del mal, en la vida humana.

Durante, una eternidad, la vida humana, jamás supo, que, era eso, de una desgracia, calamidad, sufrimiento, o imperfección, es decir, durante, una eternidad, la vida humana, jamás supo, que, era eso, del mal.
Pero, hace, unos, quince mil años, esa vida humana, desobediente a Dios, se aventuró, a viajar, hacia el universo, final, del cosmos, y como, consecuencia, de este viaje, catastrófico, o accidentado, la vida humana, invadió, a los interiores tenebrosos, de ciertos planetas, del cosmos, y en estos lugares, inhóspitos, la vida humana, aprendió, por primera vez, lo que era, el sufrimiento, o mal.
Ahora bien, a toda persona, que ha aprendido, lo que es, el sufrimiento, o mal, en el cielo, se le pregunta:
¿Quieres olvidarte, para siempre, de lo que es, el mal?
Y toda persona, que responde, afirmativamente, a esta pregunta, por medio, del poder de Dios, se olvida, para siempre, de lo que es el mal.
Y toda persona, que responde, negativamente, a esta pregunta, continúa sometida, a una paliza, redentora, hasta que, en el futuro, cambie, de opinión.

Javier Rubio Ortín

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