La sexualidad humana, sana, y enferma.
La sexualidad humana, sana, no sabe, lo que es, el sufrimiento, o mal.
En cambio, la sexualidad humana, enferma, si sabe, lo que es, el sufrimiento, o mal.
Una sexualidad, que, se odia, a sí misma, de forma, furibunda, solo, puede ser, una sexualidad enferma.
Javier Rubio Ortín
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