La v. María, abandona, el interior, del planeta tierra.

La v. María, abandona, el interior, del planeta tierra.

Es decir, la v. María, se queda, 100 % dormida, en el cielo, sin ninguna enfermedad-dolor-muerte, de por medio, y posteriormente, su cuerpo físico, se vuelve, invisible a los ojos humanos, como, fue, el caso, del cuerpo de Enoc, o como, fue, el caso, del cuerpo, de mi madre anciana, hace unos años.
Y por tanto, la v. María, se convierte, de esa manera, en una diosa, cosmonauta de Dios, Hija de Dios, viajera, libre, por el cielo, y por los universos, del cosmos, modelo a seguir, por todas las demás personas.

Javier Rubio Ortín

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