La vejez humana, una obra, del diablo.
Es decir, la vejez humana, una obra, exclusiva, del interior tenebroso, del planeta tierra.
Y por tanto, toda, la vejez humana, debe, de ser transmutada, por el poder de Dios, en juventud, por medio, de sus sucesivas, desapariciones, y apariciones, en el cosmos.
ES decir:
[Toda, la vida humana, envejecida] + [Sus sucesivas, desapariciones, y apariciones, en el cosmos] = ¡¡¡Vida humana, eternamente, joven!!!
Javier Rubio Ortín
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