La vida humana, sin corazón, y sin pulmones.

La vida humana, sin corazón, y sin pulmones…

Es, la vida humana, completamente dormida, y plenamente feliz.
Es, la vida humana, sin genes.
Es, la vida humana, inmortal, completamente libre, de enfermedades.
Y por tanto, cuanto, más duerme, una persona, tanto, a sus pulmones, como, a su corazón, más se acerca, esa persona, a su salud perfecta, y a su felicidad plena.

Javier Rubio Ortín

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