La vida tenebrosa, de Jesucristo.
Se reduce, al final, de su crucifixión, nada más.
Si la persona, de Jesucristo, hubiera desaparecido, del mundo, en la misma cruz, a la vista de todos, los presentes, pues, entonces, la vida de Jesucristo, hubiera carecido, enteramente, de tinieblas….
…Pero, como, la persona, de Jesucristo, en lugar, de desaparecer, del mundo, en la misma cruz, desapareció, del mundo, poco después, en su sepultura, Dios-Padre, llenó, el final, de la crucifixión, de Jesucristo, de densas tinieblas.
Javier Rubio Ortín
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