Las saludes, de los cosmonautas de Dios.
Dios, solo quiere, y solo ha querido, siempre, que, todos sus cosmonautas, Hijos e Hijas, viajeros, libres, por el cielo, y por todo el cosmos, sean siempre, eternamente jóvenes, y por tanto, estén siempre, completamente libres, de enfermar, y de envejecer.
Y por tanto, todo cosmonauta de Dios, que se enferma, por causa, de habitar, dicho cosmonauta, el interior tenebroso, de un planeta del cosmos, como, el planeta tierra, debe de tender siempre, a curarse, por completo, su enfermedad, sea cual sea, esa enfermedad, y volverse, finalmente, eternamente joven, libre, por completo, de enfermedades, y libre, de envejecer.
Y por este motivo, lo justo, es el pedirle a Dios, que cure, a absolutamente, todas las enfermedades, de todas las personas, sean, cuales, sean, esas enfermedades, porque, Él, está deseando, siempre, el curarlas, todas ellas.
Cuando, Dios, vuelve invisible, a una persona, en el cosmos, como al patriarca Enoc, o como a mi madre anciana, Dios, le cura, a esa persona, que ha vuelto invisible, absolutamente, todas sus enfermedades, sean, cuales sean, esas enfermedades, y la vuelve, eternamente joven.
Javier Rubio Ortín
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