Las tentaciones de Jesucristo.
Consistieron, en que, el mundo-demonio-interior tenebroso del planeta tierra, tentaron a Jesucristo, para que, dicho Jesucristo, se olvidara, por completo, que, era, en realidad, un Hijo de Dios (cosmonauta de Dios), viajero, libre, por el cielo, y por todo el cosmos, por medio, de los millones de naves de Dios, y por tanto, Jesucristo, se confundiera, enteramente, con un cosmonauta de Dios, completamente perdido, o completamente extraviado, en el planeta tierra (es decir, un cosmonauta, alienado, enteramente, por el interior del planeta tierra).
Pero, Jesucristo, fue, más poderoso, que su tentador, y por tanto, Jesucristo, no se dejó alienar, por el interior tenebroso, del planeta tierra.
Javier Rubio Ortín
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