Los marcapasos.
Cualquier persona, potencialmente, se puede volver, plenamente feliz, mientras duerme, por medio, de una fuerza de unión, o bien, de felicidad nula, durante su vigilia, por medio, de una fuerza, de separación.
Es decir, cualquier persona, bien, se puede transmutar, en un diamante (Felicidad máxima), por medio, de una fuerza de unión, o bien, se puede transmutar, en los gases, de un cadáver (Felicidad nula), por medio, de una fuerza de separación.
Y por tanto, el corazón, de cualquier persona, bien, se puede dormir, enteramente, por medio, de una fuerza, de unión (Inmortalidad), o bien, se puede despertar, enteramente, a la vigilia, por medio, de una fuerza de separación (Muerte).
Pues bien, una persona, con un marcapasos, instalado, en su corazón, posee, un corazón, obligado, a despertarse, enteramente, a la vigilia, por medio, de una fuerza de separación (Marcapasos), y morirse, o bien, posee, un corazón, al que, se le ha suprimido, la facultad, de dormirse, enteramente, y volverse, inmortal, por medio, de una fuerza de unión.
Pues, la electricidad, aplicada, en las personas, significa siempre, una fuerza, de separación, que desciende, las felicidades, de esas personas.
Persona = Corazón = […., F (u),….., F (g),…] = [Unión, felicidad creciente, a la máxima] – [Separación, felicidad decreciente, a cero]
Javier Rubio Ortín
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