Nuestros difuntos…
Son ciertos, es decir, son reales, sí, esos difuntos, poseen, unos cadáveres suyos, enterrados, en el planeta tierra.
Y no existen, son irreales, o son falsos, esos difuntos, sí esos difuntos, no poseen, unos cadáveres suyos, enterrados, en el planeta tierra (En este caso, nuestros difuntos, son unos cosmonautas de Dios, eternos, inmortales, viajeros, libres, por el cielo, y por los universos, del cosmos).
¿Tengo, realmente, difuntos, en el mundo?
¡¡¡Pues, que, te informe, de este asunto, un sepulturero, de confianza!!!
Javier Rubio Ortín
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