Pensar, y existir.
Es pensado, el cosmos, luego, ese cosmos, existe.
No es pensado, el cosmos, luego, ese cosmos, no existe.
Es pensado, un universo, luego, ese universo, existe.
No es pensado, un universo, luego, ese universo, no existe.
ES pensado, un sol, luego, ese sol, existe.
No es pensado, un sol, luego, ese sol, no existe.
Es pensado, un cielo nocturno, luego, ese cielo nocturno, existe.
No es pensado, un cielo nocturno, luego, ese cielo nocturno, no existe.
Es pensado, un planeta, luego, ese planeta, existe.
No es pensado, un planeta, luego, ese planeta, no existe.
Es pensado, un cuerpo humano, luego, ese cuerpo humano, existe.
No es pensado, un cuerpo humano, luego, ese cuerpo humano, no existe.
Es pensado, un sueño, luego, ese sueño, existe.
No es pensado, un sueño, luego, ese sueño, no existe.
Es pensado, el contenido, luego, ese contenido, existe.
No es pensado, el contenido, luego, ese contenido, no existe.
Dios (o la nada), nunca, pueden, dejar de existir, porque, nunca, pueden dejar, de ser pensados.
Javier Rubio Ortín
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