¡¡¡Que, nos vamos, todos, del planeta tierra!!!
Hacia, unos universos, del cosmos, cuyas, velocidades lumínicas, sean, muy inferiores, a la del universo, que, contiene, al planeta tierra.
Se trata, por tanto, de un viaje, hacia, la quietud, total, o hacia, nuestra felicidad, máxima.
Se trata, por tanto, de un viaje, que, lo debemos, de hacer, todas las personas, durmiendo, apaciblemente.
¿Cuándo?
Pues, según, Jesucristo, cuando, se vean, señales milagrosas, en el sol, en la luna, y en los cielos nocturnos, y cuando, el profeta Elías, abandone, el planeta tierra.
Y por tanto, debe, de quedar, finalmente, un planeta tierra, sin ningún rastro, de presencia humana, ni viva, ni muerta.
Javier Rubio Ortín
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