Resulta, y resultará, siempre, imposible….
El que, una persona, cualquiera, habite, en el interior tenebroso, de un planeta del cosmos, como, el planeta tierra, y esa persona, viva después, dentro de ese planeta tierra, totalmente libre, del sufrimiento, o el mal.
Y por este motivo, Dios, a cada persona, que habita, en el interior del planeta tierra, le asigna, una cierta cantidad de sufrimiento, que la liberará, del sufrimiento, para siempre, de una manera justa.
Javier Rubio Ortín
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