Sepultados, bajo tierra.

Sepultados, bajo tierra.

Unos mineros, sufren, un grave accidente, y quedan enterrados, bajo, toneladas, de tierra, sin ninguna esperanza, de poder, ser rescatados, en el futuro.
Pues bien, estos mineros, aún tienen, ante sí, estas, dos opciones:

1ª Sufrir, una terrible agonía, y convertirse, por tanto, en unos cadáveres, tras morir.
2ª Conciliar, un sueño, plenamente feliz, viajar al cielo, y desaparecer, del cosmos, sin dejar rastro, volviéndose, inmortales.

Lo natural, para, esos mineros, es la segunda opción.
Y lo artificioso, para, esos mineros, es, la primera, opción.

Javier Rubio Ortín

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