El Apoteosis de un familiar….

Si un familiar, se nos vuelve, invisible en el cosmos…

…Ese hecho, nos garantiza, que, dicho familiar, no se convertirá, en un cadáver, jamás, por toda la eternidad (Vivirá, para siempre), y por tanto, este hecho, nos debe de suponer, una gran alegría, si es que, amábamos, realmente, a dicho familiar.
Ese familiar, ha tenido, el mismo destino final, que, el que tuvo, el patriarca Enoc, y que está descrito, perfectamente bien, en el libro del Génesis (Leer la Biblia), pues, ese familiar, se ha convertido, en un dios, o en una diosa.
Y por tanto, si amamos, realmente, a un familiar, lo debemos de amar, a ese familiar, potencialmente, invisible en el cosmos, o invisible, a nuestros ojos, pues si lo amamos, de esa manera, lo amamos inmortal.

Javier Rubio Ortín

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