Un anciano, nace, de nuevo.

Una anciano, nace, de nuevo.

Es decir, un anciano, concilia, un sueño, plenamente feliz, se vuelve, por tanto, el argumento, de ese sueño, plenamente feliz (Bebé), y por tanto, su persona, se vuelve invisible, a los ojos humanos.

Javier Rubio Ortín

Be First to Comment

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *


+ siete = 12