Un pobre hombre, con delirios, de grandeza.

Un pobre hombre, con delirios, de grandeza…

Eso fue, Jesucristo, siempre, para, sus enemigos, los fariseos.
Y todo esto, a pesar, de que, Jesucristo, hizo, una infinidad, de milagros, ante, la vista, de estos fariseos.
Pero, Jesucristo, planificó, el final, de su redención, del mal, valiéndose, de estos fariseos, dejándose crucificar….
… Y posteriormente, a esto, ocultándoles, su salvación (Desaparición del mundo), Jesucristo, logró, pasar, a la historia conocida, del mundo, por medio, de estos, mismos, fariseos (Señal de Jonás).

Javier Rubio Ortín

Be First to Comment

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *


dos + 4 =