Un sufrimiento, calculado, previamente, con mucha precisión.
Jesucristo, como quería abandonar, el mundo, inmediatamente, en plena juventud, planeó, el sufrir, en unas, doce horas, tan solo, todo, lo que, hubiera sufrido, su persona, si su persona, se hubiera, vuelto, anciana, en el mundo, es decir, un sufrimiento redentor, que, ponía, un punto final, definitivo, a su vida sufrida, para siempre, por medio, de la justicia de Dios.
Y por tanto, Jesucristo, llegó, a la conclusión, de que si quería, lograr, alcanzar, su objetivo, con éxito, forzosamente….
¡¡¡Se debía, dejar, crucificar!!!
Y por tanto, Jesucristo, llevó a cabo, sus planes, ayudado, por su discípulo fiel, Judas Iscariote, y sus enemigos, los fariseos.
Javier Rubio Ortín
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