Una montaña…
…Existe, sí, y solo sí, esa montaña, la piensa, una persona testigo, al menos, en forma, de unas ideas, más, o menos, felices.
Y por tanto, una montaña, no existe, si esa montaña, no la piensa, ninguna persona, testigo, en forma, de unas ideas, más, o menos, felices.
Y un río, lo mismo.
Y un mar, lo mismo.
Javier Rubio Ortín
Be First to Comment