Una noche, más, o menos, feliz.

Una noche, más, o menos, feliz.

Cuanto, más, se parece, una noche, al día, menos feliz, es, esa noche, para, las personas.
Y cuanto, más, se parece, una noche, a un sueño, más feliz, es, esa noche, para, las personas.
Y por tanto, la felicidad, de la vida, de una persona, que vive, en el mundo, fluctúa siempre, entre, una máxima, y una mínima.
La máxima, felicidad, de la vida, de esa, persona, que vive, en el mundo, está asociada, a las noches, más largas, y a las noches, de luna, nueva.
Y la mínima, felicidad, de la vida, de esa, persona, que, vive, en el mundo, está, asociada, a las noches, más cortas, y a las noches, de luna, llena.
Y por tanto, cuando, una persona, nace, en el mundo, esa persona, nace, poseyendo ya, una determinado grado de felicidad, más, o menos, grande.
Y a este grado, de felicidad, de esa persona, nacida, en el mundo, lo podemos llamar:
Signo, del zodiaco.
Y por tanto, en cualquier momento, del futuro, de esa persona, en el mundo, esa persona, poseerá, siempre, un cierto grado, de felicidad, oscilante, entre, una máxima, y una mínima, que dependerá, del signo, del zodiaco, que poseía, esa persona, al nacer, es decir, que dependerá, del grado, de felicidad, que poseía, esa persona, al nacer, en el mundo.

Javier Rubio Ortín

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