Una persona, completamente destruida…
Es una persona, completamente infeliz, en su vigilia, por causa, de vivir, esa persona, en el interior tenebroso, del planeta tierra.
Es decir, una persona, destruida, es, muy semejante, a una persona, moribunda, o también, a una persona crucificada.
Y por tanto, una persona, destruida, es una persona, que se redime, o se libera, del mal, a la máxima velocidad, posible.
Pues Dios, tiene, el poder suficiente, para volver, a esa persona, destruida, por el mundo, una persona, plenamente feliz, mientras duerme, y por tanto, Dios, tiene, el poder suficiente, para librar, a esa persona, el bajar al sepulcro.
Javier Rubio Ortín
Be First to Comment