Una persona, condenada, para siempre, a trabajos forzados,…
….Por medio, de sus sufrimientos, se limpia, enteramente, de su pecado….
Y posteriormente, esa persona, es abducida, al carro de fuego (Ovni), como, el profeta Elías, volviéndose, por tanto, viajera, libre, eterna, inmortal, por el cielo, y por los universos, del cosmos, totalmente purificada, del mal.
Javier Rubio Ortín
Be First to Comment