Una persona, dormida, y una persona, muerta.

Una persona, dormida, y una persona, muerta.

Una persona, completamente dormida, es una persona, viva, muy endurecida, a causa del sueño, que, ha dormido, totalmente, tanto, a sus pulmones, como, a su corazón, y cuyo destino, natural, es, el de desaparecer, del planeta tierra, sin dejar rastro..
Y una persona, muerta, es una persona, que, se ha despertado, enteramente, a la vigilia, por medio, de una larga, y terrible agonía, y por tanto, es, la persona, más blanda, que puede existir.

Javier Rubio Ortín

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