Y s. Pablo, sufrió males, en el mundo…

Y s. Pablo, sufrió males, en el mundo…

Hasta que, un día, s. Pablo, pudo exclamar, de una manera justa:
“Ya nadie, me cause, más sufrimientos, pues yo, ya he terminado de sufrir, lo mismo, que, Jesucristo”
Pues bien, cualquier otra persona, que habita, en el mundo…
¡¡¡Lo mismo, que, s. Pablo!!!

Javier Rubio Ortín

Be First to Comment

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *


× 2 = cuatro