La palabra de Dios, idolatrada.
Es decir, la palabra de Dios, convertida, en el culto, a un supuesto dios, menos poderoso, que, algunas enfermedades humanas.
O bien, un evangelio, menos poderoso, que, algunas, enfermedades humanas.
Jesucristo, hace dos mil años, curó, a absolutamente, todas las enfermedades humanas, e incluso, resucitó, a las personas, muertas, y por tanto, Jesucristo, enseñó a todos, a un verdadero, Dios-Padre, más poderoso, que todas las enfermedades humanas, y además, más poderoso, que la muerte cadavérica, humana.
Be First to Comment