Cuando, todas las personas, éramos, plenamente felices….
Solo existía, Dios, la nada, la ausencia de todo contenido, o un sueño humano, plenamente feliz, vacío, de todo contenido.
Y cuando, todas las personas, volvamos a ser, de nuevo, plenamente felices, solo existirá, Dios, la nada, la ausencia de todo contenido, o un sueño humano, plenamente feliz, vacío, de todo contenido.
Pero, mientras, alguna persona, no sea, plenamente feliz, existirá, un cierto contenido, argumental, por causa, de esa persona.
Javier Rubio Ortín
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