Cuando, todas, las personas, solo sabíamos, amar, nada más.
Era, porque, ninguna, de esas personas, había, conocido, jamás, el interior tenebroso, de un planeta del cosmos, como, el planeta tierra.
Es decir, por aquel, entonces, ninguna persona sabía, lo que era, el sufrimiento, o mal.
Pero, esas personas, puras, invadieron, el interior tenebroso, del planeta tierra, y por tanto, esas personas, puras, aprendieron, a odiar, convirtiéndose, por tanto, en unas personas, impuras.
Javier Rubio Ortín
Be First to Comment