Cuando, una persona, se transmuta, en un diamante….
Se queda, 100 % dormida.
Se queda, 100 % descansada, y 0 % fatigada.
Se queda, 100 % quieta, y 0 % movida.
Se queda, 100 % unida, y 0 % separada.
Se queda, sin gases.
Se queda, sin genes.
Se queda, sin pulmones, y sin corazón.
Se cura, absolutamente, todas sus enfermedades.
Se vuelve, plenamente feliz.
Viaja, al cielo, y se vuelve, una parte, del cuerpo glorioso, del Dios, inmortal, invisible, a los ojos (Piedras vivas, del cuerpo glorioso, de Dios).
Y cuando, una persona, se transmuta, en gases, enteramente….
Se enferma, y se muere, por medio, de una terrible, agonía.
Se despierta, enteramente, a la vigilia.
Se queda, 0 % descansada, y 100 % fatigada.
Se queda, 0 % quieta, y 100 % movida.
Se queda, 0 % unida, y 100 % separada.
Adquiere, su máxima cantidad, de genes.
Javier Rubio Ortín
Be First to Comment