Dios, se compadece, del extravío humano.

Dios, se compadece, del extravío humano.

 

 

 

Y por tanto, les envía, a esas pobres, personas, alienadas, o enloquecidas, por los interiores, tenebrosos, de esos veinte planetas, del cosmos (entre ellos, el planeta tierra), sabios, entendidos, cosmonautas, para ver, si esa manera, esas personas, extraviadas, vuelven, en sí, de nuevo, y recuerdan, por tanto, que, son, en realidad, unos Hijos, e Hijas de Dios,  cosmonautas, de Dios, viajeros, libres, por toda la creación, con su única casa permanente, en el cielo, y la eternidad.

¿Y acaso, tiene éxito, Dios….?

Pues, muy poco.

 

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