El componente ondulatorio, de una persona.
Cuando, una persona, se reblandece, entonces, esa persona, emite, una onda, cuya frecuencia, es inversamente proporcional, al grado, de reblandecimiento, de esa persona.
Y cuando, una persona, se endurece, entonces, esa persona, emite, una onda, cuya frecuencia, es directamente proporcional, al grado, de endurecimiento, de esa persona.
Una persona, que sufre, la metástasis, de un cáncer, emite, por tanto, unas ondas, cuyas frecuencias, tienden a ser, completamente nulas.
Y una persona, que se goza, de su salvación, emite, unas ondas, cuyas frecuencias, tienden a ser, muy grandes.
Javier Rubio Ortín
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