El corazón, y la electricidad.
Cuando, cualquier objeto, se reblandece, entonces, ese objeto, genera, una cierta, corriente, eléctrica.
Pues bien, cuando, un corazón humano, se endurece, entonces, ese corazón, se vuelve, más feliz, y entonces, ese corazón, tiende a curarse, todas sus enfermedades, y volverse, inmortal.
Pero, cuando, un corazón humano, se reblandece, entonces, ese corazón, se vuelve, menos, feliz, tiende, a enfermarse, y morirse, y entonces, ese corazón, genera también, una cierta corriente eléctrica.
Y por tanto, si aplicamos, la electricidad, a un corazón humano, de forma permanente, entonces, ese corazón, tenderá, siempre, a reblandecerse, enfermarse, y morirse, en lugar, de tender, a endurecerse, volverse, más feliz, y volverse, inmortal.
Javier Rubio Ortín
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