El evangelio, sin verdad, alguna.
Es un evangelio, totalmente tenebroso, en el que, se ignora, por completo, cual es, la verdadera naturaleza, de Dios, cuales son, las naturalezas, de las personas, cual, es la naturaleza, del cosmos, cual es, la naturaleza, del pecado, en que consiste, la redención, del mal, y en que consiste, la salvación.
Es decir, se trata, de un evangelio, que, solo sabe, que, no sabe nada, y por tanto, se trata, de un evangelio, totalmente imposible, de practicar, por ninguna, persona.
Es decir, se trata, de un evangelio, en el cual, la gracia de Dios, o la sabiduría, de Dios, brilla, por su ausencia, total.
Es decir, se trata, de un evangelio, que es imposible, que vuelva, a las personas, libres, en todo, el cosmos.
Es decir se trata, de un evangelio, incapaz, de iluminar, a la sabiduría, del mundo.
Es decir, se trata, de un evangelio, que, como, la sal, que ha perdido, todo, su poder conservador, solo sirve, para ser, pisoteado, por todos.
Javier Rubio Ortín
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