El mundo, nunca distingue….
Entre una persona, salvada, por Dios, de la muerte, que, por tanto, se vuelve, invisible, en dicho mundo, su cuerpo dormido, y una persona, muerta realmente, que, por tanto, se vuelve, en un cadáver, en dicho mundo.
Es decir, el mundo, no sabe distinguir nunca, entre una persona, dormida, y una persona, muerta, realmente…
Y por tanto, cuando, el mundo, da la noticia, de muchas, supuestas muertes, de personas, casi siempre ocurre, que, esas supuestas muertes de personas, pues, han sido, en realidad, salvaciones de personas, a los ovnis, carros de fuego, o nubes bíblicas, o evacuaciones de personas, completamente vivas, a los ovnis, carros de fuego, o nubes bíblicas.
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