El secreto, de la inmortalidad.
Si una persona, en el cómputo general, descanso-fatiga, se encuentra, siempre, más descansada, que fatigada, entonces, esa persona, ni se envejece, jamás, ni se enferma, jamás, y por tanto, esa persona, no se muere, jamás.
Pero, si una persona, en el cómputo general, descanso-fatiga, tiende a fatigarse, entonces, esa persona, se envejece, se enferma, y se puede morir, potencialmente.
Una persona, 100 % descansada, y 0 % fatigada, es, una persona, que se hace, una sola cosa, con Dios, inmortal.
Javier Rubio Ortín
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