El sueño, y el frío.
El sueño, de una persona, es la transmutación, más, o menos, grande, de esa persona, en un diamante puro, eterno, o inmortal, invisible, a los ojos humanos (Felicidad humana, máxima).
Y la congelación, de una persona, es la transmutación, de esa persona, en un trozo de hielo, mortal.
Y por tanto, si una persona, se duerme, muy profundamente, esa persona, se vuelve, inmortal, como, un diamante, invisible a los ojos humanos, pero si una persona, se congela, en un frigorífico, esa persona, se muere, irremediablemente.
Javier Rubio Ortín
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