Jesucristo, y la muerte cadavérica.

Jesucristo, y la muerte, cadavérica.

Jesucristo, siempre supo, perfectamente bien, que, gracias, al poder protector, de Dios, la muerte, cadavérica, jamás, había existido, en la vida humana, sino, que, todas, las personas, se habían salvado, siempre, por medio, de sus abducciones, bien sea, a los ovnis, bien sea, al cielo.
Y por este motivo, Jesucristo, se negaba, siempre, a admitir, que resucitara, a los muertos, y solo admitía, que, se limitaba, a despertar, a la vigilia, de nuevo, a unas personas, 100 % dormidas.
Como, la verdad, que trajo, Jesucristo, al mundo, fue rechazada, por ese mundo, Jesucristo, tras su crucifixión, le ocultó, su propia salvación, a todo ese mundo, y por tanto, durante, los veinte siglos, posteriores, a la venida, de Jesucristo, la salvación, de la vida humana, se ha producido, siempre, a escondidas, de los ojos, de ese mundo, pero solamente, hasta, el comienzo, del Apocalipsis.

Javier Rubio Ortín

Be First to Comment

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *


2 + = once