La fe, y las obras.
Job, mediante, sus sufrimientos, en el mundo (Sus obras), quedó liberado, del mal, para siempre, o se convirtió, en una persona, justa.
Y Jesucristo, como, Job, mediante, sus obras, en el mundo (Sus sufrimientos, en la cruz), quedó liberado, también, del mal, para siempre.
Pues bien, cualquier persona, anónima, en el mundo, lo mismo, que, Job, o lo mismo, que, Jesucristo, mediante, sus obras, en dicho mundo (Sus sufrimientos), queda liberada, del mal, para siempre, o se convierte, en una persona, justa.
La fe cristiana, por tanto, mediante, sus obras, en el mundo (Todos los sufrimientos), transmuta, a las personas pecadoras, en unas personas, justas, liberadas, por completo, del mal, para siempre.
Javier Rubio Ortín
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