La inmortalidad, por medio, del evangelio.
Elías, fue abducido, a un ovni, y de esa manera, Elías, no murió, jamás, en el planeta tierra.
Enoc, desapareció del mundo, sin dejar rastro, y de esa, manera, Enoc, no murió, jamás, en el planeta tierra.
Como, la persona, de Jesucristo, desapareció, del mundo, en su sepultura, la persona, de Jesucristo, no conoció, jamás, la corrupción, de la muerte.
Como, la v. María, desapareció, del mundo, sin dejar rastro, la v. María, no murió, jamás, en el mundo.
Y toda persona, que, ha desaparecido, del mundo, sin dejar rastro, ya sea, en su sepultura, ya sea, a la vista, de otras personas, pues, no se ha muerto, jamás.
Es decir:
Mundo, sin cadáveres humanos = Mundo, inmortal
Javier Rubio Ortín
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