La intensidad de la fe, y los asuntos mundanos.
Una persona, puede creer, que es, en realidad, un Hijo de Dios (Cosmonauta de Dios), viajero, libre, eterno, o inmortal, por todo el cosmos, con una intensidad, muy leve, regular, grande, muy grande, o grandísima…
Y sucede, que, cuanta mayor, es la intensidad, de la fe cristiana, de una persona, menos se deja influir, esa persona, por los asuntos malignos, del mundo, o planeta tierra, y más se deja influir, esa persona, por su vida futura, huida del planeta tierra, y viajera, libre, por todo el cosmos.
Es decir, cuanta mayor, es la fe, de un cristiano, menos mundana, es la vida, de ese cristiano, y por tanto, menos maligna, o menos impura, es la vida, de ese cristiano.
Y al revés, cuanto, más débil, es la fe, de un cristiano, más mundana, es decir, más impura, es la vida, de ese cristiano.
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