La vela del mal.

La vela del mal.

El mal, es como, como, una vela, que, no puede, dejar de arder, nunca, hasta, que, esa vela, termina, de consumirse, enteramente, y por tanto, esa vela, desaparece, sin dejar rastro.
A cada persona, diferente, que, habita, el mundo, su correspondiente, vela, del mal.
Y a todo, el mundo, entero, su correspondiente, cirio, ardiente.
Cuanto, más arde, la vela, de una persona, es decir, cuanto, más sufre, esa persona, en el mundo, antes se consume, su vela, del mal, correspondiente.
Y cuanto, más sufre, el mundo, antes, se consume, su cirio, del mal, correspondiente.
Cuando, se consume, enteramente, la vela, del mal, de una persona, esa persona, sí ese, es, su deseo, libre, se olvida, de lo que es, el mal, para siempre…
Pero, si no sucede, todo esto, a esa persona, se le asigna, una nueva, vela, del mal, y así, se repite, la operación, hasta que, esa persona, decide libremente, por fin, el olvidarse, del mal, para siempre.
Y cuando, se consuma, el cirio, del mal, de todo el mundo, todo, ese mundo, concluirá, o huira, completamente vivo, por medio, del poder de Dios, a otros planetas del cosmos, las naves piramidales, o el cielo.

Javier Rubio Ortín

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