Las injusticias del mundo.
El interior tenebroso, del planeta, es, el fruto, prohibido, por Dios, a todas, las personas, en el libro, del Génesis.
Y por tanto, la vida, del mundo, es una vida, humana, pecadora, ilegal, injusta, de naturaleza, llena, por tanto, de sufrimientos, calamidades, trabajos, desgracias, es decir, una vida humana, que, no es obra, de Dios, y que, por tanto, jamás, debería, de haber, existido, y que debe de concluir, de forma obligada.
Y por tanto, todas, las personas, nacemos, en el mundo, con un único, objetivo, que es, el terminar de sufrir, una cierta cantidad, de mal, cuya magnitud, puede ser, igual, o inferior, a los sufrimientos, de Cristo, que sirva, para corregir, las averías, de nuestras naves, viajeras, por el cosmos, los ovnis, y que sirva, asimismo, también, para establecer, el final justo, de nuestras vidas, sufridas, por medio, de la justicia, de Dios.
Javier Rubio Ortín
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