Los dos destinos, posibles, para una persona, sentenciada, a muerte.
1º Quedarse, 100 %, descansada, y 0 %, fatigada (Salvación, inmortalidad).
2º Quedarse, 0 %, descansada, y 100 %, fatigada (Muerte).
Y por este motivo, Jesucristo, vino, al mundo, a salvar, a todos, los sentenciados, a muerte.
Javier Rubio Ortín
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