Nacer, en el mundo….

Nacer, en el mundo….

¿Para qué?
Pues, para terminar, de sufrir, en ese mundo, una cierta cantidad, de mal, [R], cuya magnitud, puede ser, inferior, o igual, a los sufrimientos, de Cristo, que, ponga, un punto final, definitivo, a nuestra vida sufrida, en dicho mundo, según, la justicia de Dios.
¿Por qué, motivo?
Pues, porque, la estancia humana, en el planeta tierra, supone, la existencia, un cierto sufrimiento, [R*], calculado por Dios, previamente, desde su inicio, hace diez mil años, que, la finalice, o que, la convierta, en unos cosmonautas, viajeros, libres, por el cielo, y por los universos, del cosmos.
Es decir:
Mundo + [R*] = [Unos cosmonautas, viajeros, libres, por el cielo, y por los universos, del cosmos]
[R*] = [R (1)] + [R (2)] +….+ [R (n)] = [Las sumas, de los sufrimientos, de muchas personas]
…Y por tanto, si las personas, vivimos, en el mundo, es, para sufrir, males, es decir, unos males, que sirvan, para finalizar, a nuestras, vidas sufridas, de una manera justa…
Ahora bien, una persona, puede sufrir, esos males, irremediables, de dos maneras, posibles:
1ª Voluntariamente, es decir, eligiendo, previamente, los argumentos, de esos males.
2ª Involuntariamente, es decir, sin elegir, previamente, los argumentos, de esos males.

Y por tanto, cualquier persona, le puede proponer a Dios, esto:
“Quiero sufrir, de esta manera, que te propongo, en el mundo, en lugar de sufrir, en el mundo, cánceres, infartos, y otras clases, de enfermedades”

Javier Rubio Ortín

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