Un accidente de automóvil.
Pocos instantes, antes, de que, se produzca, ese accidente, Dios, duerme, enteramente, en el cielo, a todas las personas, que lo van a sufrir…
Y por tanto, cuando, se produce, ese accidente, las personas, accidentadas, ya no viven, en el mundo (Automóvil), sino, que viven, en el cielo.
Y después, Dios, suele despertar, de nuevo, a la vigilia, del interior, de un ovni, a esas personas, dormidas, en cielo, volviendo, por tanto, invisibles, en el planeta tierra, a los cuerpos físicos, de esas personas, accidentadas.
Javier Rubio Ortín
Be First to Comment