Un objeto, de metal….

Un objeto, de metal…

Existe, ese objeto, de metal, si ese objeto, de metal, lo piensa, una persona, testigo, al menos, en forma, de unas ideas, más, o menos, felices.
Y no existe, ese objeto, de metal, si ese objeto de metal, no lo piensa ya, ninguna persona.
Si ese, objeto, de metal, es, muy bello, o muy simétrico, entonces, ese objeto, de metal, es, el argumento, de una idea, muy feliz, que, por tanto, vuelve, más felices, al resto, de las ideas, más, o menos, felices.
Y si ese objeto, de metal, es muy feo, o asimétrico, entonces, ese objeto, de metal, es, el argumento, de una idea, poco feliz, que por tanto, vuelve, poco felices, al resto, de las ideas, más, o menos, felices.

Javier Rubio Ortín