Un profeta, del Dios, de la Biblia.
Es, un cosmonauta, de Dios, viajero, libre, por el cielo, y por los universos del cosmos, dedicado, a enseñarle, al mundo, su potencial, vida eterna, viajera, libre, por el cielo, y por los universos, del cosmos.
Y por tanto, un profeta de Dios, debe de ser, siempre, lo más parecido, a un hombre, 100 % puro, u hombre, que no sabe, lo que es, el sufrimiento, o mal.
Javier Rubio Ortín
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