Una vida humana, sin enfermedades.
Es decir, una vida humana, eterna, que, se dedica, a desaparecer, y a aparecer, en el cosmos, un número ilimitado, de veces (es decir, alternando, su estancia, en el cielo, con su estancia, en el cosmos), sin conocer, jamás, lo que es, una sola enfermedad-dolor.
Javier Rubio Ortín
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