Uno, de cada dos hombres, y una, de cada dos mujeres….
….De todas las naciones del mundo….
…Muy pronto, deben de dejar, de habitar, el interior tenebroso, del planeta tierra, y volverse, por tanto, los tripulantes, de las naves de Dios, conocer, la ciencia del evangelio eterno, dentro de esas naves de Dios, y volverse, por tanto, finalmente, unos expertos cosmonautas de Dios (Hijos e Hijas), habitantes de una nueva creación, hecha de un 100 % de bien, y de un 0 % de mal.
Todo esto, significan, las señales milagrosas, en el sol, la luna, y los cielos nocturnos, anunciadas por Jesucristo, hace dos mil años, para los tiempos futuros, del Hijo del Hombre.
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