El Apocalipsis.
Y ansiarán, el morirse, y no podrán, pues, la muerte, huirá, de ellos, es decir, estas personas, desaparecerán, del planeta tierra, sin dejar rastro, tras de sí, en lugar, de morirse.
Las naves, de Dios, se cuentan, por millones, y millones, es decir, una nave, para que, cada familia, del mundo, se pueda, volver, viajera, libre, por los universos, del cosmos.
Jesucristo, y s. Pablo: Y al final, de los tiempos, absolutamente, todas las personas, serán abducidas, a las nubes bíblicas, carros de fuego, ovnis, o naves, de Dios.
Y este final, del mundo, se llevará, a cabo, cuando, se observen, señales milagrosas, en el sol, en la luna, y en los cielos nocturnos, y cuando, el profeta Elías, finalice, su estancia, en el mundo.
Javier Rubio Ortín
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